Narrar, según la RAE, es “contar, referir lo sucedido, o un hecho o una historia ficticios”, definición en cuya esencia reside la palabra acción. Sin embargo, lo habitual es que cuando comenzamos a escribir, en lugar de narrar, nos inclinemos hacia explicar la historia. El problema de mostrar los personajes y la historia mediante la acción, es que implica resignarnos a que el lector no interprete lo mismo que nosotros pretendemos transmitir. Las diferencias entre mostrar y explicar son tan sustanciales, que la lectura de nuestra historia puede convertirse en una vivencia cargada de respuestas emocionales por parte del lector, o en un acto pasivo donde su papel se reduce a leer las emociones que describe el escritor. Pero, de la teoría a la práctica hay un camino con curvas y contracurvas que hay que recorrer a la velocidad adecuada.
Mostrar no explicar: El camino a recorrer
«El escritor de ficciones debe comprender que no se puede provocar compasión con compasión, emoción con emoción, pensamientos con el pensamiento. Debe transmitir todas estas cosas, sí, pero provistas de un cuerpo: el escritor debe crear un mundo con peso y espacialidad.» (El arte del cuento)
Pero ¿cómo funcionan las emociones en un texto literario?

Un comentario en «Mostrar no explicar y las emociones del lector»
Muy revelador. Un artículo excepcional. Gracias por compartirlo.