Lenguaje inclusivo y Literatura

El asunto del lenguaje inclusivo se ha convertido en un material altamente inflamable. Las redes sociales son la evidencia más clara de los encarnizados debates en torno al advenimiento del lenguaje inclusivo como catalizador para el reconocimiento de las diversas identidades de género. Hay quienes, como Vargas Llosa, consideran que el lenguaje inclusivo es una “aberración dentro del lenguaje”. Frente a esta posición, están quienes defienden el lenguaje inclusivo y reclaman que la RAE abra el debate.

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La mirada objetiva del corrector literario

Gardner Botsford fue, durante 40 años, editor de la revista The New Yorker. En su libro Life of Privilege. Mostly expone algunas reglas generales de edición, fruto de sus años de experiencia. En la nº 2, dice:

«Los buenos escritores se apoyan en los editores; no se les ocurriría publicar algo que nadie ha leído. Los malos escritores hablan del inviolable ritmo de su prosa».

No es que Botsford hubiera escrito un concepto que yo ignorase, e intuyo que todos los que se dedican a la edición también lo saben.

En «Cada escritor lo es a su manera», digo que la evolución de un escritor se construye con pasión, aprendizaje, experiencia y honestidad, y que pasión significa esfuerzo y humildad. De algún modo, mi concepto recorre la frase del editor de The New Yorker, de la primera hasta la última letra. (más…)

Los adverbios acabados en mente y el beicon

Desde hace décadas, los adverbios acabados en mente y sus primos, los adjetivos, son víctimas de una campaña de difamación contundente, a veces orquestadas por autores reconocidos que los pusieron a parir sátiros y vampiros.

Es lo de siempre: Un famoso da su opinión y los palmeros e ignorantes la repiten como si fuese un dogma bíblico. No sé cómo es que no han sustituido eso de «no fornicarás», un poco demodé, por «no usarás adverbios acabados en mente». (más…)

Correctores de estilo online

Javier Peñas escribió en su blog un artículo muy interesante: Análisis comparativo de los mejores correctores de estilo online. Como corrector que soy, enseguida llamó mi atención. Lo que me faltaba, que la tecnología me mande a la cola del paro.

Javier, con buen criterio, utilizó un texto propio en los distintos correctores de estilo online y luego comparó los resultados obtenidos para establecer el nivel de efectividad de cada uno. Al final concluye que Pro Writing Aid es la opción más conveniente.

Luego de leer el artículo y el texto utilizado, y reflexionar un rato, le dejé este comentario: (más…)

Lo que no es estilo del autor

En 2016, además de los habituales, otros once autores han confiado en mí para la corrección literaria de sus novelas. Con los escritores que ya conozco, no hay problema. Sin embargo, con los que me contratan por primera vez me enfrento a un desafío: Llevar adelante la corrección literaria sin diluir el estilo del autor. Esto implica que debo analizar y reflexionar profundamente cada frase, cada párrafo. (más…)

La concisión en la narrativa

La concisión es «inmanente» a la narrativa

Podría haber escrito «esencial», pero inmanente, según la RAE, significa «que es inherente a algún ser o va unido de un modo inseparable a su esencia, aunque racionalmente pueda distinguirse de ella». ¿Adviertes la diferencia? Pues, eso es precisión.

También podría haber escrito:

«Concisión es un aspecto relevante de la escritura narrativa en tanto constituye un atributo inseparable de su esencia.»

Pues, aunque la frase está bien, tanto en la redacción como en la exposición, eso no es concisión. (más…)

Mostrar, no explicar: Qué es y tres métodos para conseguirlo

Mostrar, no explicar. No conozco autor que no asuma dogmáticamente este axioma de la teoría literaria que comenzó a cobrar fuerzas a principios del siglo XX, aunque sus primeros vestigios los encontramos en torno a 1850 con Flaubert y sus esfuerzos por desterrar la voz autorial de las obras narrativas.

La esencia de mostrar, no explicar es la «escenificación». Percy Lubbock (1921) lo define así: (más…)

Las rayas y la puntuación de los diálogos

Nota de actualización y advertencia, 24/11/2017:

Si eliges escribir un diálogo usando rayas, estas son las normas según la RAE, pero esto no significa que la norma para escribir un diálogo sea usar rayas, lo cual explico en Las formas de escribir un diálogo.

Para contar una historia existen solo dos discursos: el del narrador y el del personaje. Es decir, o habla el narrador o hablan los personajes. No hay más. Con el narrador, el autor informa los acontecimientos, construye un marco de referencia (escenarios, coordenadas temporales, acciones, etc.), procedimiento cuya mayor complicación es la de componer un relato visible que se proyecte en la mente del lector como si fuese una película. Con el segundo discurso, el del personaje, es más sencillo que el lector participe y se ponga en situación; pero, para dotarlo de naturalidad y verosimilitud, el procedimiento es mucho más complicado.

«[…] o se cuenta directamente, como autor -el procedimiento más difícil-, o se los pone en boca de tal personaje, muchísimo más fácil, pero mucho más engorroso». (Joseph Conrad, A Personal Remembrance, Ford Madox Ford, 1924)

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