En este post (Link) les presenté a Mireya Alcaráz (escritora, 14 años), y les informé que iría publicando sus progresos. Pero luego lo pensé mejor: ¿Por qué no dejar que ella misma se exprese y tenga contacto con sus futuros lectores? Así que he decidido incorporarla como bloguera de El narrador, hasta que ella considere que es hora de tener su propio espacio. A continuación, su primera entrada.
Me encantan esos tachones

Soy Mireya Alcaraz y, en primer lugar, quiero agradecer a Néstor Belda el apoyo que me ha brindado desde el primer momento, y toda la confianza que está depositando en mí, así como a toda la gente que me apoya con este, mi sueño, y que en algún momento han invertido parte de su tiempo leyendo alguno de mis textos.
Hace ya alrededor de cinco años que escribí mi primer relato, parándome a revisar todas y cada una de las líneas del texto, e intentando expresarlas de la mejor forma que podía hacerlo con mis nueve años, y hace alrededor de seis años de mi primera lectura, El Principito, que recuerdo haber devorado en apenas dos días. Por aquel entonces tenía ocho años y, obviamente, no lo entendí de la forma en la que lo entiendo ahora, como me ha pasado con muchos libros.
A partir de ese momento, me di cuenta de que quería hacer sentir a alguien lo que yo sentía al leer todos esos libros. Descubrí la escritura como mi auténtica vocación, como algo que quería que me acompañara el resto de mi vida. Y gracias al altruismo de Néstor Belda, que se cruzó en mi camino por casualidad, estoy aprendiendo muchísimo y comenzando a formarme para alcanzar mi sueño.
Después de cuatro horas de viaje, y siete de aprendizaje intensivo con Néstor, me vuelvo a sentar frente a la pantalla del ordenador con un montón de consejos y con más empeño, si cabe, para seguir escribiendo, y hacerlo cada vez mejor. No solo me ha transmitido muchísimos conocimientos, sino también mucha seguridad a la hora de escribir y corregir. A pesar de que no todo el mundo piensa de la misma forma que yo; me encantan esos tachones, anotaciones y apuntes que me hacen un gran favor como aprendiz de escritora.