Mireya Álcaráz tiene dieciséis años y es escritora. La conocí cuando tenía catorce y, desde entonces, la he adoptado literariamente, del mismo modo que en mi adolescencia me adoptó don Américo Calí. Sin más preámbulos, los dejo con su nuevo artículo, «La necesidad de escribir».
¿De dónde surge un escritor, o, por qué?
Los miedos del escritor
Creo que todo escritor sufre el miedo de escribir algo que el lector pase por alto, como una cosa más para decir que ha leído, pero nada que le haya llegado, que le haya emocionado. Con todo esto no pretendo decir que un escritor escribe para ser leído. En el momento en el que yo escribo única y exclusivamente para que tú me leas, estoy distanciando nuestra relación. La conexión escritor-lector tiene que basarse también en que el lector entienda que el narrador tiene unas expectativas fijadas en él, y que no solo escribe para él, por y para complacerle. El escritor debe comprender también la diferencia entre sentir y creer; un lector sabe que no escribes solo para que te lea, pero debe sentir que así lo haces.