Cómo escribí «Que no, papá»

Hay cosas que las sabe todo el mundo, que pertenecen al inconsciente colectivo. Por ejemplo, quién no sabe que las praderas son verdes, que las celdas de las cárceles son lúgubres, que el calor es abrasador, que hay minutos que se hacen eternos, que hay personas que tienen un carácter peculiar, que las cenas son opíparas, y no quiero seguir porque sería tan aburrido como lo es para los lectores ―y me incluyo― que nos cuenten esas cosas que ya sabemos.

Tópicos: una buena forma de aburrir al lector contándole cosas que ya sabe. Clic para tuitear

Uno de los errores más graves en los que solemos caer los escritores es en el uso de tópicos, que son esas frases breves o conceptos que el uso reiterado, tanto en la literatura como en la vida diaria, las han desgastado y despojado de originalidad. Pero, además, existen personajes y escenarios tópicos. Es cierto que para el género breve es muy útil servirse de la tipicidad de personajes y escenarios que cualquier lector puede identificar sin necesidad de abundar en descripciones. Pero no hay que confundir lo típico con lo tópico. De la habilidad de escritor, de los detalles que le imprima, dependerá que algo típico, fácilmente reconocible por el lector, se convierta en algo singular.

Que no, papá

La maraña de emociones. Eva Sucasas

Este relato, muy breve, el quinto incluido en Todas son buenas chicas, nació justamente en un taller de técnicas narrativas. Estábamos trabajando la unidad didáctica del espacio y propuse a los alumnos escribir un historia en un marco espacial, y ellos me invitaron a que yo también escribiera uno, y así nació «Que no, papá».

El lugar donde se sitúa el relato es muy socorrido por determinados de géneros, sin embargo, creo yo, la historia es singular. Un muchacho normal, digamos que de barrio, acude al sitio con un objetivo determinado ―una actividad habitual en su vida―, y se encuentra con una realidad que derriba sus falsas convicciones.

El recurso utilizado es el soliloquio y, como siempre, los detalles cotidianos que en algunas reseñas ya califican de minimalistas, con los cuales intento que un personaje típico, reconocible, muestre su lado singular.

Espero que lo disfrutéis.

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